Camisoles que se Usaban Debajo de los Corsés
En el período napoleónico el corsé se convirtió en una prenda privilegiada en la corte, realzando las virtudes de mujeres que anhelaban verse estilizadas y reducir la talla del abdomen para remarcar una reducida cintura, símbolo de juventud y belleza.
Mucho se ha debatido acerca del símbolo de status y erotismo del corsé, considerando que exagera notoriamente las curvas de la mujer haciendo que tanto los pechos como las caderas sobresalgan en la forma de un reloj de arena a lo que se le agrega el encaje y trenzado como símbolo del coito.
Tanto médicos como feministas han reclamado desde siempre acerca de los riesgos del uso exagerado del corsé como responsable de abortos espontáneos y como un instrumento para victimizar y reprimir a las mujeres. Lo que sí se puede asegurar es que los primitivos corsés representaban un verdadero suplicio para la anatomía femenina, provocando frecuentes mareos entre sus portadoras
La Revolución Francesa
La Revolución Francesa a finales de 1700s también revolucionó la lencería de las mujeres. Las mujeres francesas comenzaron a dejar de lado enaguas, corsés y camisolas, símbolos de la aristocracia francesa, en favor de un tipo de sujetador o corsé sin elementos rígidos.
En muchos casos las francesas de esa época vestían como única ropa interior una banda alrededor del cuerpo, muy similar al zóster de las antiguas griegas, debajo se sus vestidos entallados que remarcaban sus figuras voluptuosas.
La Era Victoriana
Los 1800s marcan el retorno del corsé rígido. Los vestidos entallados neoclásicos que dejaban al descubierto hombros y gran parte del pecho, fueron considerados como parte de la promiscuidad de la Era de la Revolución Francesa y, por ende, la moda alrededor del corsé rígido resurgió en su popularidad.
Desde el fin de la Revolución Francesa hasta la Primera Guerra Mundial, el cuerpo femenino de las aristócratas se convirtió en el "ideal femenino" que debía ser aplicado a todas las clases sociales.
Aunque las mujeres Victorianas son frecuentemente retratadas como modestas y puritanas, ellas fueron las grandes innovadoras de la lencería y no es sorpresa que la línea más famosa de lencería en el mundo haya adoptado el nombre de esa era (Victoria´s Secret)
Podría decirse que lo primero que las mujeres les arrebataron a los hombres fueron las bragas. Llevar ropa interior fue uno de los primeros gestos contundentes del género femenino: sin ponérsela, hubiera sido imposible sacársela.
Los varones europeos llevaban, desde el siglo XVI, unos calzones al cuerpo que les daban libertad de movimiento. Cuando en el siglo XIX las mujeres comenzaron a usar ropa interior, esos magníficos calzones se transformaron en bombachudos adornados con toda la pompa de la femineidad. Tendrían que pasar más de cien años y dos guerras mundiales hasta que fuera esa prenda íntima que conocemos hoy como braga o bombacha.
Hacia los años 1820, las bragas eran con lazos y cintas por todas partes y realizadas en muselina, la prenda era difícil de llevar, pero también de lavar. Las pioneras las usaban una o dos semanas: sólo cambiaban cada tanto una tirita interior que usaban a modo de avanzada de las toallas higiénicas.
En 1829 fue creado el primer sistema de cierre de los corsés que permitía que las mujeres se los pusieran o sacaran sin asistencia y al año siguiente se introdujo el corsé elástico que ofrecía mucho más confort.
En 1850 retornó el miriñaque y las mujeres victorianas también introdujeron los encajes ribeteados, los bordados y los primeros modelos de ropa interior de seda. La invención del moldeado a vapor y el uso de tinturas permitieron por primera vez que la lencería fuera coloreada y perfectamente ajustada a la forma del cuerpo.
Entre la lencería Victoriana se encontraban los Bloomers, el Basque y la Chemise.
En 1876 fueron inventadas las ligas que se sujetaban a las medias de mujer y las bailarinas francesas del can-can generaban gran excitación cuando dejaban ver pequeños vistazos de los ligueros que atravesaban sus muslos. Además de esto las ligas eran confortables y funcionales porque anclaban el corsé hacia abajo, de manera tal que no se elevara en demasía, permitiendo que no fuera tan apretado ni rígido.
La creación de los vestidos para caminar y andar en bicicleta durante la Era Victoriana trajo también la invención de los shorts y las bragas que eran sujetadas individualmente a una cinta o faja que se abrochaba por la espalda. Por primera vez en la historia las mujeres pasaron a tener tanto un "doble" guardarropas como un doble juego de ropa interior, uno para estar a la moda y otro para los "ejercicios atléticos".
La invención de las máquinas de hilar y las desmotadoras, hacia la segunda mitad del siglo XVIII, facilitaron la elaboración de tejidos de algodón. Las fábricas producían ropa interior de manera masiva y, por primera vez, la gente empezaba a comprarla en lugar de hacerla en casa.
El Siglo XX
La mujer del período romántico, de finales del siglo XIX y principios del XX, usa una camisa, calzones, corsé con liguero para sujetar las medias, puede llevar enaguas y cubrecorsé.
La cantidad de prendas interiores no distinguía clases sociales, aunque sí se diferenciaban las mujeres ricas de las pobres por la calidad de las telas y adornos ocultos debajo de sus vestidos que llegaban al piso.
En contraste con los corsés Victorianos que apretaban el busto, los sujetadores o sostenes de inicios del Siglo XX eran suaves y cortos, permitiendo una separación natural entre los pechos. Las mujeres del inicio del Siglo participaban activamente tanto en deportes como en vigorosos bailes y por ende comenzaron a dejar de lado los incómodos corsés en favor de sujetadores más confortables.
Es a comienzos del siglo XX cuando se empiezan a decorar las prendas interiores haciéndolas sugestivas y atractivas, es el comienzo de la lencería sexy.
En 1913, Mary Phelps Jacob, luego conocida como Caresse Crosby, afirma haber inventado el corpiño al atar dos pañuelos con una cinta. La lencería poco a poco va dejando de lado la "rigidez" por la suavidad que daba una clara y natural separación entre los pechos.
El Primer Corpiño
La locura por el tango en 1915, las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y, aunque en menor medida, el incipiente movimiento feminista, alentaron la defunción del corsé.
Publicidad de Brassiers de 1920
Las bragas de la época eran un pantaloncito de sarga llamado “racional”, apto sólo para valientes. La sarga picaba, era gruesa e incómoda.
El "racional" fue lentamente remplazada por nuevas prendas de algodón, reclamadas por bailarinas de charlestón y tango.
Las bragas de las primeras bailarinas de tango europeas y norteamericanas estaban confeccionadas en sarsenet o seda y adornadas con volados de encaje.
En las primeras décadas del siglo XX, las bragas, junto con los vestidos, fueron acortándose, pero justo cuando el nuevo formato podía devolverles a las mujeres cierta libertad de acción, se impusieron las faldas estrechas y entubadas que las obligaban a caminar moviendo las piernas sólo de la rodilla para abajo, comenzándose a usar la faja para lograr el largo y andrógino "look" que fue moda en la época.
Durante la Gran Depresión lucir los pechos volvió a estar de moda. Los modelos de los corpiños, pasaron de achatar los pechos a acentuarlos notablemente. En 1935 Warner Brothers introdujeron el tamaño de las tazas de los corpiños, reconociendo por primera vez en la historia que había mujeres de diferentes tallas y tamaños.
Corpinos de 1930
Durante la Segunda Guerra Mundial la manufactura de la ropa interior pasó a utilizar materiales sintéticos, los que eventualmente dieron lugar a la aparición de la Lycra, el rayon y el Lastex.
Un hecho histórico renovó por aquel entonces las conductas: el auge inaudito de las prendas íntimas cuya extrema sofisticación le dará todo su valor a la desnudez, intensificándola. Una de las prendas de lencería sexy que marcó época fueron las medias con raya en la década de los cuarenta. Una mujer con medias era inevitablemente una mujer sensual que vestía ropa interior o por lo menos y a pesar de las penurias económicas, era la imagen que pretendían dar.
Catálogo de Medias de 1939/1940
Típico Modelo de Medias con Rayas del 1940
Mujeres Pintándose las Rayas de las Medias
1950’s-1970: La Era Dorada de Hollywood
En 1950s los corpiños pasaron a ser cada vez más atractivos y encantadores y eso es principalmente por la influencia de la industria del cine. Estrellas como Lana Turner imponían modas con sus famosos corpiños cónicos, mientras que Jane Russel introdujo corpiños que acentuaban notoriamente su busto.
Lana Turner
Jane Russell
El glamour de los 1950s una vez más pasó a revalorizar la figura del "reloj de arena" para definir el cuerpo ideal de la mujer. Mitos como Marilyn Monroe lanzan la imagen de mujer seductora y sensual, ayudada por las prendas de vestir, el raso, las transparencias y las modas de la lencería.
Marilyn Monroe
De 1950/1960 datan los primeros grandes lanzamientos de las líneas de la lencería moderna a raíz de la popularidad del Girdle o faja sensual.
Los movimientos hippies y feministas de 1960s y 1970s pasaron a reclamar en contra de la "lencería fina" por entenderla conformista y artificial. Especialmente los corpiños eran vistos como "restrictivos" de la mujer y la quema o el "colgado" de corpiños pasó a ser un símbolo de la liberación de la mujer.
El final de la década del 60 trajo de nuevo a la moda la figura libre, juvenil y andrógina de los 1920s y las mujeres pasaron a usar pequeñas y ceñidas bombachas ideales para ser usadas con jeans y minifaldas.
Calendario de Lencería Fines de 1960
De 1980 hasta la Actualidad.
Hacia finales de 1970 volvió a estar a la moda el escote a su vez que la tecnología jugaba su papel para el desarrollo de nuevas líneas de lencería.
Poco a poco se fueron rompiendo tabúes hasta que, ya en la década de los ochenta, la lencería comience sus años dorados con el arranque de la verdadera liberación femenina. Además, iconos sexuales* como Madonna potenciaron el uso de lencería sofisticada, encajes, etc.
Madonna
Durante esta década aparecen los corpiños acolchados y con aro de alambre que pasan a ser muy populares y líneas de lencería sensual como Victoria’s Secret y La Perla se convierten en referencia mundial.
Catálogo de Victoria´s Secret 1980
En la década de los noventa y ya hasta nuestros días, la lencería "inteligente" se ha incorporado a la vida de la mujer como una prenda más de su guardarropa. El "Wonderbra" marcó un hito al aumentar el pecho sin una intervención médica y la lencería esculpe la figura sin la dictadura de los antiguos corsés.
Poco a poco evoluciona el estilo de vida, incluyendo una alimentación sana y la práctica de deporte, lo que a su vez propicia un desarrollo de una lencería cada vez más cómoda.
De los tonos blanco, beige y negro se evoluciona hacia toda la paleta de colores, los cuales adquieren una simbología (rojo provoca pasión; rosa o celeste representan una imagen romántica e inocente; el blanco implica pureza, los colores intensos son sinónimo de juventud y desenfado...).
Conviven diferentes estilos: sensual, romántico, moderno, trasgresor, en directa relación con la moda que se impone sobre la pasarela en cada momento.
En la actualidad, la sensualidad y la sofisticación son las líneas maestras sobre las que gira la ropa interior femenina. La autoconfianza y seguridad de la mujer, que ha evolucionado y asume un rol mucho más activo en las relaciones de pareja se plasma en los diseños de grandes firmas, que cada vez prestan más atención a estas prendas, con diseños arriesgados y estudiados. Los corsés se lucen como como parte de la moda exterior sobre camisas o solos; las mujeres oscilan entre el culotte, tradicionalmente masculino, y la tanga, en todas sus variantes. En ocasiones llega a dejarse entrever la ropa interior bajo el vestuario como seña de coquetería y provocación.
Hoy podemos decir que hay lencería para todo tipo de situaciones e intenciones, desde lo informal a lo formal, desde lo especialmente diseñado para la práctica de deportes a lo definitivamente concebido como arma de seducción y sin dudas hoy las mujeres tenemos más opciones de lencería que en cualquier época de la historia y puede asegurarse que no hay una lencería para cada edad sino un estado de ánimo para cada lencería.
Tipos de Lencería Actuales
NOTA: Este post nos demandó mucho trabajo ya que tuvimos que consultar numerosas fuentes y la mayoría de ellas estaba en inglés, por ende tuvimos que realizar la correspondiente traducción. Asimismo, llegamos a "recolectar" más de 500 fotos entre las cuales tuvimos que seleccionar las que en definitiva colocamos en el post.